Universitario tuvo más de una ocasión para anotarle al Alianza Atlético de Sullana. Tres disparos de Labarthe, un cabezazo de Galliquio, otro de Quina, todos los intentos de Perillo... y nada. Al final se repartieron los puntos con un empate 1-1 que dejó sin sonrisas a todos los que se vistieron de crema.El equipo de Reynoso no tuvo inteligencia ni talento para definir el partido a su favor, tampoco para romper una línea defensiva que demostró su devoción por el “Loco” Arteaga, el asistente de Cardama. Chancaron, empujaron y reventaron como pudieron. Y Teddy, desde la línea, con más de un triunfo como visitante en el Monumental, apostaba por el talento del paraguayo Benítez y la sorpresa de Aponte. El vivazo de Cardama mandó que ataquen cuando casi todos esperaban lo contrario. Al ver que la “U” no presentó una volante de contención decente, el técnico aumentó la línea de crédito a Benítez, Maraude, Valladares y Aponte. La apuesta dio resultado. Empezaron a tocar y forzaron un córner que el volante paraguayo cobró por derecha. Toda la defensa se quedó parada cuando Aponte recogió el rebote. La clavó y Fernández se olvidó de sus rezos. Fue el 1-0 y la Trinchera se apagó como el humo que sale de esos traviesos paquetitos de norte.Se creció el Sullana, a tal punto que Maraude, ante una pésima salida del arquero estudiantil, pudo convertir el gol de la noche. Si lo hacía, apagaban la luz y se iban todos.En pleno desconcierto crema, Orejuela le salvó el pellejo a su técnico. Un tiro de esquina de Bustamante, que hace rato pide noventa minutos, fue conectado por el “Pirata”. Gol que fue gritado sin banderas y con el humo de colores. Fue lo justo y necesario. Al menos por el momento.
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